musica to my ears ... and soul

Ayer regresaba de un viaje… y pensaba en la música y en el soundtrack perfecto para “viajes de carretera” (tomates, my mate, tiene muchísima recomendaciones al respecto). Y fue cuando comencé a pensar que a mi no me gusta mucho hablar de música, nunca he sentido que sé mucho al respecto y he vivido rodeada de, hermanos y amigos, que viven de ella, viven con ella y sin ella… no viven.

Fue entonces cuando decidí asincerarme respecto a mis gustos musicales y es por ello que escribo estas líneas, quiero compartir la forma en que la música acompaña mi vida (además de explicar que no tiene nada de malo ni culposo haber cantado canciones de UFF si la ocasión lo ameritaba).

Nunca he sido fanática de un grupo o banda musical… nunca he pegado un poster de algún cantante en mi cuarto (Robbie Williams calendar was a gift, and I needed to organize my time… and I felt lonely… and the calendar had pictures of horses too and…). Nunca me he afiliado a ningún club de fans, si me preguntas qué género musical prefiero no sabría contestar, no, no del todo….

Pero no puedo dejar de lado el hecho de que la música forma parte fundamental de mi vida, nuestras vidas… ésta ha sido testigo fiel de los cambios experimentados en cada etapa y  cada momento.

La música te transporta: “oohhh babyyy, I feel likeee musicc soundsss better withh youuuu” (paty moviendo el bote a los 14 años, y lo hacía de una forma ilegal en el Baby O de Acapulco bailando con “los gordos”:  hombres defequenses de 30 años que creían que la pecosa era una universitaria a pesar de que ésta no pudiera pronunciar la palabra “onicomicosis”)

A continuación presento una lista de canciones que han marcado momento cruciales en mi vida y lo hago de una forma cronológica para mayor comodidad y goce del lector:

15 años. Los Temerarios

“Paty, quizás no lo entiendas ahora pero.. hay una canción que quiero dedicarte”.  El güero-no mencionaré su nombre- pone el estéreo a todo volumen y se escucha: “porque te hiiiiceeee mal, cuando tuuu solamente me dabas amor, cuando tu me entregabas toooodo.. yo te engañaaaaba”. El güero me la cantó, la canción pues, y dos días después nuestro amor juvenil había terminado.

17 años. Desconozco la banda, recuerdo hasta la coreografía: “yooo quiero bailarrr, toda la nooocheee, baila bailaaa bailandooo vaaa baila baila bailandooo heeee”. Recuerdo el mejor amigo, recuerdo el muchacho pecoso que me traía de cabeza y no recuerdo cómo demonios fue que terminé con el mejor amigo… shit happens you know.

19 años. DEPECHE MODE

back to my roots. Enjoy the silence, hasta la fecha, es una canción que penetra, si si, a muchos puede parecerles muy comercial, muy cliché o muy loqueselesdesuchingadamadre, a mi me encanta… y sigo soñando con esa canción.. y me sigue haciendo sonreir y suspirar y… algún día, alguno… sentiré que vivo esa canción en carne propia y, seguramente, chillaré como el joto que soy y siempre he sido.

20 años. TODAS LAS DE DJ negrito KAYER jaaaaaaaaa

Jaja no voy ni siquiera a mencionar una canción de esta etapa porque prácticamente todas las que el negrito mencionara, tocara o bailara, eran prácticamente: mismásfavoritasdetodoelmundoytodoeluniversoyeresmuynacosinolasconocesaunqueyotampocoperoquetieneporqueesminegritoymiamigoeltomatesledicechenkaiysuenamuycool.

21 años. Desconozco el nombre del grupo, desconozco a Paty… welcome Ramirooo!!!

“pastel de pitufresa mezclado con peyote natural ….y mooraaas. Un baile de amapolas me invitan a su juego a bailar”. No se puede confiar en los gustos musicales de Ramiro, ese muchacho no sabe lo que quiere de su vida y a lo más que aspira en esos momentos es que no le cierren el supermercado saliendo de trabajar para poder comprar su dotación de Maltesers. Jaaaaaa como me quiero chingao!

22 años. Justino Timberleko y el reggaetón…

“I’m bringing sexyy baackkk.. yeahh”. Este año fue su año, este hombre fue el motivo de que no cometiera suicidio atascándome de nueces de la India cubiertas de chocolate.

Ese año tendría el rito de iniciación que toda mujer debe vivir en su vida: el reggaetón, lo hice de la peor manera pero siempre bajo la supervisión de mujeres con Doctorado en el tema: mis enanitas taiboleras: éstas empezaban la lección como profesionales que eran pero media hora después me abandonaban a mi suerte… y así fue como aprendi a bailar danzón con hombres de 40 años que prometían perfumes y cena lujosas y darme la green card y….

24 años. Este año se divide según la estación del año:

Primavera. MGMT. KIDS “control yourselfff take only what you neeeeeddd Fromm itt”.

Verano. ZOE y KINKY. (¿Oscar y Paco? presentesss!!!!)

 “baiilarrr hasta quemaaarnos, bailemoss hasta quemaaarnos” (ya sé, siempre estoy pasada de moda en los “hits” musicales, siempre les encuentro gusto una vez que han pasado de moda… lo mismo me pasa con los hombres jaaa!).

Otoño.- DEPECHE MODE, as I said before, back to my roots baby, welcome back!!

Invierno.- ILEGALES  “cadaa nocheee, sueñooo contigooo, cierro mis ojos y me das tu cariñooo”. No voy a justificarme, ni argumentar nada en mi favor, lo hecho, hecho está y esa cancioncita hace que me ría con los ojos jaaa….

Y mis 25…

No soy del tipo que se convulsiona en conciertos o grita con el mariachi… me gusta bailar pero lo hago mejor a solas (el baile también ja) y si… soy el típico caso de la mujer dolida que pone esa canción una y otra vez, hasta que la melodía cumple su función y termina por hartarme…de ahí me paso a bailar un poco de bachata and that’s  it.

Hablaba, al principio de esta entrada de blog que he hecho kilométrica- by the way-, que ayer regresaba de un viaje… un viaje que hice para despedir a un amigo (aunque insistió más de 10 veces en que no mencionara la palabra adiós en esa visita). Xiomara, este blog tiene una dedicatoria especial, es para ti…….eres una persona que ha musicalizado mi vida: a veces me das agudos, otra vez tonos graves (que digo graves, gravísiiimos) pero siempre aportas el tono, a veces te lo sigo, a veces no, a veces me haces bailar como nadie y a veces quiero saber dondechingadamadre te apagas… pero ahí estas Omar… escribo estas palabras y las lágrimas no pueden contenerse, pero las muy cabronas llevan hasta ritmo jajaja. Buen viaje, amigo mío, lleva tu música hasta la madre patria y haz que todos sean testigos de ese ritmo que llevas, yo, mientras tanto, sonreiré cada vez que escuche Miguel Bosé y repetiré hacia mis adentros: Omar, que gay eres…